sábado, 1 de marzo de 2014

IMPULSO SOCIAL. UN PARTIDO AL QUE UN CATÓLICO PUEDE VOTAR.

A TODO EL QUE LE GUSTE LO QUE LEYERE, QUE LO DIVULGARA A TRAVÉS DE CUALQUIER MEDIO DISPONIBLE YO LE PIDIERE. ¡DIFUSIÓN ES PODER!


Se ha presentado hace solo unas horas la nueva coalición electoral al amparo de cuyas siglas van a concurrir aliados en las próximas elecciones al Parlamento Europeo las tres siguientes formaciones políticas: Alternativa Española (AES), Comunión Tradicionalista Carlista (CTC) y Partido Familia y Vida (PFyV). A dicha coalición se le ha dado el nombre de Impulso Social (IS).

Éste es su programa político para las europeas, por si alguien  quiere echarle un vistazo: http://impulso-social.es/programa

De entrada, quiero decirle a los lectores que ésta es la coalición por la que servidor tiene pensado votar en los comicios de este año y en los que sigan. Normalmente diría que a falta de una opción mejor, pero en este caso me ahorraré esa expresión. La alternativa me parece razonablemente buena y decente. No comparto del todo su ideario en materia social, pero yo doy prioridad al catolicismo antes que al antiestatismo; y se trata de una coalición que defiende los principios innegociables enunciados por Benedicto XVI. Así que "a caballo regalado no le mires el diente".

De ahí que, sin parecerme la coalición de mis sueños y sin estar yo de acuerdo con todo lo que propone, IS me parezca una opción más que decente para todo católico español (que creo que no tiene ninguna opción más acorde a nuestras creencias profundas por la que votar).

IS cree en la Vida, razón por la cual aboga por el aborto cero, y porque se persiga penalmente esa práctica criminal.

IS cree en la Familia, y por ende se opone a la insensata y suicida equiparación del sucedáneo de matrimonio entre personas del mismo sexo con el matrimonio verdadero y útil para la sociedad -que es el establecido entre un solo hombre y una sola mujer para favorecer la procreación y buena crianza de los hijos en el marco de un entorno familiar estable y debidamente influenciado por los dos sexos complementarios en él presentes-.

IS cree en la Nación española, razón por la cual está decidida a poner fin al actual desmadre territorial por la vía más rápida, que es la de la supresión de las Comunidades Autónomas; y causa de su recelo hacia la constante ampliación del poder de la burocracia comunitaria de Bruselas sobre las vidas de los españoles y del resto de los nacionales de otros Estados de la UE -que para IS debería volver a ser lo que fue, un simple mercado común; y no el monstruo destructor de la soberanía de los Estados miembros en que se ha convertido-.

E IS cree en la libertad de los padres para elegir libremente la enseñanza que reciben sus hijos (a lo que yo, en principio, también soy favorable).

No me molestaría que IS también creyera en la libertad económica tal como yo lo hago; y que rechazase de un modo más tajante y general la intromisión del poder público en la libertad económica de las personas. Pero asumo que ese, siendo un desacuerdo bastante importante, no quita para reconocer a los integrantes de ésta coalición de fuerzas patriotas que es IS que son los únicos que hoy en día defienden de un modo consistente unas cuantas cosas que merecerían ser defendidas no digo ya por los partidos políticos mayoritarios, sino hasta por toda la sociedad española; y que parecen no importar ya a la mayoría de la sociedad.

Además, dentro de las formaciones políticas a las que es aceptable moralmente que vote un católico (que escasean en este país), no hay ninguna cuya posición a este respecto sea más aceptable que la de IS. Vamos, que IS no es tan antiestatista como lo soy yo, pero tampoco es estatista a ultranza, ni muchísimo menos. Es, si acaso, moderadamente estatista; y cree en el Estado Social subsidiario respecto de la iniciativa privada; que no en el actual Estado Social(ista) que deliberadamente desincentiva la creatividad de los particulares asfixiándolos con la exigencia del pago de tributos que suman más de la mitad de lo trabajado.

No me entusiasma el nombre que han escogido. Pero he sabido de otras posibles denominaciones que se plantearon seriamente escoger en su lugar y no puedo negar que me alivia que se hayan decantado por ésta última. Mas eso no quita que, desde mi humilde punto de vista, habría sido sin duda alguna más acertado elegir otra denominación. No obstante, siendo justos, corresponde reconocer que el nombre es un aspecto importante, pero secundario en comparación con otros.

Así que me centraré más en lo que me interesa. Que es dejar bien clara la buena opinión que me merece IS. Valoración positiva que obedece a que es la única opción política de cierta importancia entre las que concurren a las elecciones que me parece que le es lícito votar a un católico (al menos a uno que sepa lo que hace cuando meta la papeleta en la urna -y es que la gente no siempre sabe lo que hace cuando mete las cosas en uno u otro sitio, de ahí que se meta tan a menudo lo que no se debe en donde no se debe-).

Vox -que, asumiendo que el PP hace años que consumó la más absoluta de las traiciones al sector católico del electorado, podría parecer la mejor opción para el tipo de votante español, católico, patriota y antiestatista- lleva ya semanas oliéndome a chamusquina, y no despierta ya en mí la menor confianza. Creo sinceramente que es una especie de PP bis cuyo único objeto es el de desarrollar una retórica algo más contundente que la del actual partido del Gobierno con el fin de que eso sirva para evitar el escape de los votantes habituales más descontentos bien a la abstención o bien a opciones "extra muros" del sistema, tales como IS.

En definitiva, que creo que Vox busca desactivar alternativas que puedan obligar al sistema a reformarse con el fin de apoyar en el momento clave pequeños cambios cosméticos que contribuyan a que nada cambie. De ahí que, como es más de lo mismo, su resultado me es indiferente, siempre y cuando los votos que arrebate al PP sean de los que nunca irían a IS.

Lo que de verdad me interesa de Vox (contra la que cargo en este artículo al ser la formación que pretende suceder al PP en tanto que marca política inutilizadora del voto de unos católicos que espero no se dejen engañar otra vez) es que no cumpla su propósito no confeso, y no consiga debilitar a la verdadera alternativa de la que forma parte Alternativa Española. Aquella que es la única que está en condiciones de proporcionarnos al menos parte del impulso que necesitamos como sociedad y como país para salir adelante. Aquella para la que pide el voto en las próximas elecciones este humilde bloguero, que sabe que su voz no llegará a muchos, pero que considerará su labor pagada con creces a poco que un solo español de bien que lea estas líneas decida cambiar su voto en favor de Impulso Social. He dicho. IHS

1 comentario:

  1. Comparto casi todo lo que mencionas, y te agradezco que contribuyas con tu opinión a divulgar esta alternativa real para defender la VIDA, además de los valores innegociales, a espaldas de los cuales es imposible hacer ninguna política social real.

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