martes, 16 de julio de 2013

MARIANO ANTE EL CASO BÁRCENAS

A TODO EL QUE LE GUSTE LO QUE LEYERE, QUE LO DIVULGARA A TRAVÉS DE CUALQUIER MEDIO DISPONIBLE YO LE PIDIERE. ¡DIFUSIÓN ES PODER!

Dicen los medios más serviles al PP entre los que pueblan el ya sin ellos bastante infame panorama periodístico español (del que solo se salvan unos pocos personajes entre los que en este momento solo me viene a la cabeza el gran Enrique de Diego) que los sms del otro día lo que demuestran es que el presidente del Gobierno no cedió al "chantaje" de Bárcenas. Yo creo que más bien lo que demuestran es que el señor Rajoy se entretiene hablando con los delincuentes (pues tal cosa es ahora Bárcenas para los que hasta hace no tanto lo defendían a capa y espada, en palabras de ese triste y gris personajillo pseudopolítico que es su portavoz parlamentario, Alfonso Alonso).

A mi, sinceramente, me parece extremadamente raro e inaceptable que nuestro presidente intercambie palabras con un señor que está imputado por causas criminales que no son precisamente de las que se dirían livianas. No solo eso, sino que además me parece más bien sospechoso. Si de verdad Rajoy estuviera limpio de pecado, ¿correría el riesgo de que lo relacionen con quién está enterrado en corruptelas hasta las cejas? Yo pienso que si Mariano habla con Bárcenas y corre el riesgo de quedar mal a los ojos de los españoles por comunicarse con él es porque le interesa hacerlo. Y si le interesa es porque de las conversaciones con Bárcenas esperaba obtener alguna clase de beneficio, o evitar que éste puediese perjudicarlo. Lo que significa que algo sabe Bárcenas que nosotros no sabemos. Y que es lo suficientemente gordo e importante como para que al presidente no le importe quedar mal delante de toda España comunicándose con él; ni habernos mentido a todos afirmando ante la prensa como hizo en el pasado que Bárcenas nada tenía ya que ver con el PP.

Es verdad que las pruebas presentadas hasta el momento contra el PP son de entidad relativa. Pero, poco a poco, van ganando consistencia y solidez.

El PP dice que Bárcenas no es más que un tesorero que se aprovechó de su cargo para enriquecerse ilícitamente. Pero, aceptando que eso fuera verdad, a mi me cuesta entender por qué el PP defendió tan fanática y apasionadamente en su momento la honradez y la honorabilidad de un mero empleado. Me es más fácil pensar mal. Me lo sería en cualquier circunstancia, pero me lo es mucho más siendo nuestro país una oligarquía partitocrática en la que la independencia de los tribunales y la separación de poderes brillan por su ausencia. Es por esto por lo que creo que si lo defendieron tanto es porque temían que si él cantaba ellos se caerían con todo el equipo.

Los medios peperos afirman que, incluso aunque en el seno del PP se hubiesen percibido sobresueldos, esto no sería más que un mero ilícito contable. Yo pienso que si así fuese, igual deberían de dimitir. Porque no está legitimada para pedir sacrificios a la ciudadanía una casta política que ni siquiera respeta las normas jurídicas que ella misma crea (y más cuando se trata de las normas jurídicas que rigen los asuntos de nuestros bolsillos). Sin embargo, me parece mucho más creíble la tesis de este nuevo Bárcenas en modo "sincero" reconvertido en colaborador de la Administración de Justicia. Esa según la cual los sobresueldos recibidos por los altos cargos dirigentes del PP se financiaban con dinero percibido a través de un sistema de financiación ilegal basado en la percepción de dinero procedente de empresarios afines que esperaban a cambio beneficiarse de contratas públicas fraudulentamente adjudicadas. Todas las antedichas son acusaciones muy graves, y sin duda alguna resultan extremadamente difíciles de probar. El mismo Bárcenas, cuando ha comparecido ante Ruz, ha afirmado que no dispone de recibos en los que consten los sobresueldos que percibían los altos cargos dirigentes "populares". Por otra parte, aunque haya quien por causa de esto reste credibilidad al testimonio del ex-tesorero, la ausencia de recibos parece lógica si la situamos en el contexto de una actividad ilegal durante cuyo transcurso es más que razonable que se tomasen medidas orientadas a evitar dejar huellas de los ilícitos cometidos.

Finalmente (aunque este asunto daría para alargarse mucho más, porque es un perfecto autorretrato de la casta política española), señalar que las prácticas mafiosas propias de este país son dignas de Al Capone. Resulta ser, según afirma el diario "El Mundo", que emisarios peperos han contactado con Bárcenas una vez éste ingresó en prisión, y que a cambio de su silencio se le ha ofrecido la destitución de todo un señor ministro como es Alberto Ruíz Gallardón. Si no estuviéramos acostumbrados a asistir al lamentable espectáculo de cómo en España todo se compra y se vende (empezando por la dignidad de la que el director del periódico denunciante parece carecer por completo), seguramente hasta me impresionaría leer publicada una información así. Y es que es muy fuerte: significa que nuestros actuales dirigentes políticos están dispuestos a permitir que una persona sometida a prisión preventiva decida la composición del Gobierno de la Nación.

En resumidas cuentas, todo lo antedicho es lo que pienso en relación al "caso Bárcenas". Solo añadir a lo anterior que, si todavía alguien lo dudaba, es hora ya de deshacernos de los corruPPtos. Lo que significa mandar a paseo a todos, y no sustituirlos por sus comparsas igualmente podridos del PSOE. Aunque solo sea porque eso sería seguir ERE que ERE. He dicho.

Buenas tardes, y que Dios les bendiga a todos ustedes. IHS

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