domingo, 24 de enero de 2016

DE PDRO SNCHZ Y LA CENTRALIDAD POLÍTICA DEL PSOE

Si yo fuera PDRO SNCHZ y no tuviera otro móvil que el de la toma del poder o la permanencia en él, lo tenía claro. Aceptaría la investidura en los términos propuestos por PODEMOS (es decir, comprometiéndome a nombrar un Gobierno compuesto proporcionalmente por PSOE, PODEMOS e IU), para luego desentenderme de los mismos y proceder tranquilamente a formar un Gobierno monocolor del PSOE, bien de inmediato (eso sería meterle un zasca en toda la boca a Pablo Iglesias) o bien en cosa de semanas o meses, a la primera oportunidad (versión retardada del plan que tendría la virtud de que el PSOE podría intentar hacer creer al electorado que ellos habían intentado en serio materializar el Gobierno del cambio, pero que la actitud de PODEMOS lo hace imposible y que el más elemental sentido del Estado exige seguir camino solos). ¿La razón de ello? Pues que PDRO SNCHZ dispone de un punto a favor del que no dispone ningún otro hipotético candidato a la Presidencia del Gobierno: es, de entre todos ellos, aquel al que más costaría desalojar del poder mediante la interposición de una moción de censura.

Un Gobierno del PP o de C's (tanto en el caso de que el PSOE fuera socio de ese mismo Gobierno como en el caso contrario) perfectamente podría caer en el momento en que PODEMOS, PSOE, IU (o "PODEMOS B") y los separatistas decidieran presentar una moción de censura en favor de un candidato aceptable a esos tres conjuntos dispares de fuerzas políticas. Un hipotético y extremadamente improbable Gobierno de PODEMOS también podría ser desbancado mediante una moción de censura pactada por PSOE, PP y/o C's. Por contra, si SNCHZ forma Gobierno, no cabe duda de que sería extremadamente fácil bloquear cualquiera de sus iniciativas. Pero -y he aquí el gran pero-, ¿quién podría hacerlo caer? ¿Votaría el PP una moción de censura junto con PODEMOS y/o los separatistas (y al menos a uno de estos dos actores políticos tendrían que recurrir) solo con tal de echar a SNCHZ? ¿Reformarían la Constitución para debilitar la posición de PDRO SNCHZ transfiriendo a una mayoría cualificada del Congreso el poder para decretar su disolución o ensayando cualquier otro mecanismo útil a tal fin? ¡¡¡IMPROBABLE!!!

En definitiva, que en el momento en que el líder del PSOE fuese investido Presidente del Gobierno, ya no habría manera de echarlo, más que a través de una entente política contra naturam. Lo que hace aún más tentadora la jugada. Y es que formar Gobierno daría al PSOE el respiro que necesita, pues permitiría a PDRO SNCHZ decidir cuándo se convocarían las próximas elecciones (excepto si se pactase la improbabilísima reforma constitucional antes mencionada que lo despojase parcial o totalmente de ese poder confiriéndolo al Congreso), y alejaría el fantasma del cataclismo que, desde el pasado 20D, planea sobre la socialtontocracia española. Además, al final el país hay que gobernarlo, y el PSOE, si bien por sí solo no podría hacer salir prácticamente nada adelante, sería el partido mejor posicionado para negociar (tanto si pretendiera acuerdos estables de legislatura como si optara por solicitar apoyos puntuales, “ley a ley”). Podría obligar a PODEMOS a seguirle el juego y aliarse parlamentariamente al mismo para no impedir la aplicación de políticas "progresistas" ni permitir a “las derechas” salirse con la suya y perjudicar a “los de abajo”, e igualmente podría atraerse al PP y a C's a fin de aplicar una política que resultara del agrado de los socios dominantes de la UE o de evitar derivas demasiado "boludo-chevizantes". Esto, en un primer momento, podría ofuscar a su electorado, pero daría un periodo de gracia a SNCHZ, y si encima la economía acompañase, quizás en 2019 o 2020 el PSOE podría rentabilizar el riesgo electoralmente. Y si no fuera así, tanto da. A nuestro querido PDRO SNCHZ no le quitaría ya nadie la satisfacción de figurar en los libros de Historia como uno de nuestros Jefes de Gobierno.

Es más, creo firmemente que una salida política como la que yo planteo sería hasta fácil de defender de cara a la opinión pública. Podría argüirse que las reivindicaciones de PODEMOS eran excesivas, que la formación morada había pretendido someter al PSOE al chantaje y había despreciado al partido y a sus votantes; y a los que objetasen que eso no justifica simular una falsa aceptación del trato para acto seguido romperlo se les podría justificar la maniobra partiendo de la base de que simular aceptar las condiciones de PODEMOS era la única manera de conjurar el riesgo de un nuevo Gobierno de Rajoy o el PP por al menos cuatro años -idea que bien podría calar en la mayoría del electorado "boludo-chevique"-. Mejor aún, el PSOE conseguiría hacer que Pablo Iglesias quedara de pardillo por prestar oídos a los cantos de sirena de PDRO SNCHZ; y podrían justificar la estafa como la justa consecuencia de la previa prepotencia de unos "boludo-cheviques" muy necesitados de una cura de humildad. Privaría de toda razón a quienes pretenden que el PSOE ha perdido su centralidad política. Y es que, si se refieren a la evolución de las ideas del partido en los últimos años, probablemente tengan razón. Pero no la tienen si se refieren a su posición en el arco parlamentario.

Tengamos en cuenta que, a diferencia de lo sucedido bajo Zapatero, cuando PP y PSOE eran identificados como extremos por sus contrarios, hoy esto ya no se puede decir del PSOE. Partido político el fundado por el primer Pablo Iglesias que, por sorprendente que parezca, es más "central" de lo que lo ha sido nunca antes en toda su Historia, aunque pagando un amargo precio a cambio (ya no es por sí mismo alternativa de Gobierno, sino solo "socio imprescindible" de todas las partes implicadas en la contienda política). La existencia de PODEMOS contribuye por sí misma a darle imagen de moderado, a pesar de que en realidad el partido ha profundizado la deriva ideológica comenzada en el periodo zapaterista, y por ende ya no se sabe si profesa un credo "socialtontócrata" con ribetes "boludo-cheviques" o un credo "boludo-chevique" con ciertos toques "socialtontócratas". Signos de los tiempos. También hoy a C's se lo presenta ante la sociedad como el nuevo partido "centrista", pese a que en materia social habrían parecido peligrosos radicales paganos si se hubieran presentado con su mismo programa en los años setenta u ochenta. Y el propio PP tiene imagen de partido "conservador", pese a que en verdad su programa no es menos "avanzado" en materia social de lo que pudiera serlo el del PSOE de cara a las elecciones generales del año 2000. Vamos, que si son "conservadores" eso se debera a su afán por conservar el peor y más ruín zapaterismo.

Si, me convenzo de que un Gobierno monocolor "a traición" del PSOE sería una alternativa política en verdad interesante -que no beneficiosa, si bien esa es otra cuestión- para la España del 2016. Pero no creo que PDRO SNCHZ ni siquiera se la haya planteado. Y, si bien seguramente la propuesta efectuada tendría sus flecos (normalmente las puñaladas traperas no ayudan a ganar votos, porque en la mentalidad social rige el saludable principio al que solemos referirnos con la expresión latina pacta sunt servanda, en virtud del cual "los pactos deben ser cumplidos"), es incuestionable que un ardid como ese daría al PSOE tiempo para prevenir las peores consecuencias electorales derivadas de su treta. Y eso es lo que me indigna. Saber que la propuesta no dejaría de ser aplicada por su posible inconveniencia, sino por un motivo tan prosaico como lo es la falta de imaginación. Otro de los grandes males de la política española y universal contemporánea. Aquí nadie parece capaz de anticiparse a los acontecimientos ni de sorprender. Desgraciadamente, al menos hasta el momento presente, el único que medio ha sabido hacerlo ha sido Pablo Iglesias. ¡Y no me refiero precisamente al fundador del PSOE! IHS

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