Si
yo fuera PDRO SNCHZ y no tuviera otro móvil que el de la toma del
poder o la permanencia en él, lo tenía claro. Aceptaría la
investidura en los términos propuestos por PODEMOS (es decir,
comprometiéndome a nombrar un Gobierno compuesto proporcionalmente
por PSOE, PODEMOS e IU), para luego desentenderme de los mismos y
proceder tranquilamente a formar un Gobierno monocolor del PSOE, bien
de inmediato (eso sería meterle un zasca en toda la boca a Pablo
Iglesias) o bien en cosa de semanas o meses, a la primera oportunidad
(versión retardada del plan que tendría la virtud de que el PSOE
podría intentar hacer creer al electorado que ellos habían
intentado en serio materializar el Gobierno del cambio, pero que la
actitud de PODEMOS lo hace imposible y que el más elemental sentido
del Estado exige seguir camino solos). ¿La razón de ello? Pues que
PDRO SNCHZ dispone de un punto a favor del que no dispone ningún
otro hipotético candidato a la Presidencia del Gobierno: es, de
entre todos ellos, aquel al que más costaría desalojar del poder
mediante la interposición de una moción de censura.
Un Gobierno del PP o de C's (tanto en el caso de que el PSOE fuera socio de ese mismo Gobierno como en el caso contrario) perfectamente podría caer en el momento en
que PODEMOS, PSOE, IU (o "PODEMOS B") y los separatistas
decidieran presentar una moción de censura en favor de un candidato
aceptable a esos tres conjuntos dispares de fuerzas políticas. Un
hipotético y extremadamente improbable Gobierno de PODEMOS también
podría ser desbancado mediante una moción de censura pactada por
PSOE, PP y/o C's. Por contra, si SNCHZ forma Gobierno, no cabe duda
de que sería extremadamente fácil bloquear cualquiera de sus iniciativas. Pero -y
he aquí el gran pero-, ¿quién podría hacerlo caer? ¿Votaría el
PP una moción de censura junto con PODEMOS y/o los separatistas (y
al menos a uno de estos dos actores políticos tendrían que
recurrir) solo con tal de echar a SNCHZ? ¿Reformarían la Constitución para debilitar la posición de PDRO SNCHZ transfiriendo a una mayoría cualificada del Congreso el poder para decretar su disolución o ensayando cualquier otro mecanismo útil a tal fin? ¡¡¡IMPROBABLE!!!
En definitiva, que en el momento en que el líder del PSOE fuese
investido Presidente del Gobierno, ya no habría manera de echarlo,
más que a través de una entente política contra naturam. Lo
que hace aún más tentadora la jugada. Y es que formar Gobierno
daría al PSOE el respiro que necesita, pues permitiría a PDRO SNCHZ
decidir cuándo se convocarían las próximas elecciones (excepto si se pactase la improbabilísima reforma constitucional antes mencionada que lo despojase parcial o totalmente de ese poder confiriéndolo al Congreso), y alejaría
el fantasma del cataclismo que, desde el pasado 20D, planea sobre la
socialtontocracia española. Además, al final el país hay que
gobernarlo, y el PSOE, si bien por sí solo no podría hacer salir prácticamente nada adelante, sería el partido mejor posicionado
para negociar (tanto si pretendiera acuerdos estables de legislatura
como si optara por solicitar apoyos puntuales, “ley a ley”).
Podría obligar a PODEMOS a seguirle el juego y aliarse
parlamentariamente al mismo para no impedir la aplicación de
políticas "progresistas" ni permitir a “las derechas”
salirse con la suya y perjudicar a “los de abajo”, e igualmente
podría atraerse al PP y a C's a fin de aplicar una política que
resultara del agrado de los socios dominantes de la UE o de evitar derivas demasiado "boludo-chevizantes". Esto, en un
primer momento, podría ofuscar a su electorado, pero daría un
periodo de gracia a SNCHZ, y si encima la economía acompañase,
quizás en 2019 o 2020 el PSOE podría rentabilizar el riesgo
electoralmente. Y si no fuera así, tanto da. A nuestro querido PDRO SNCHZ no le quitaría ya nadie la satisfacción de figurar en los libros de Historia como uno de nuestros Jefes de Gobierno.
Es más, creo firmemente que una salida política como la que yo
planteo sería hasta fácil de defender de cara a la opinión
pública. Podría argüirse que las reivindicaciones de PODEMOS eran
excesivas, que la formación morada había pretendido someter al PSOE
al chantaje y había despreciado al partido y a sus votantes; y a los
que objetasen que eso no justifica simular una falsa aceptación del
trato para acto seguido romperlo se les podría justificar la
maniobra partiendo de la base de que simular aceptar las condiciones
de PODEMOS era la única manera de conjurar el riesgo de un nuevo
Gobierno de Rajoy o el PP por al menos cuatro años -idea que bien
podría calar en la mayoría del electorado "boludo-chevique"-.
Mejor aún, el PSOE conseguiría hacer que Pablo Iglesias quedara de
pardillo por prestar oídos a los cantos de sirena de PDRO SNCHZ; y podrían justificar la estafa como la justa
consecuencia de la previa prepotencia de unos "boludo-cheviques" muy necesitados de una cura de humildad. Privaría de toda razón a
quienes pretenden que el PSOE ha perdido su centralidad política. Y
es que, si se refieren a la evolución de las ideas del partido en
los últimos años, probablemente tengan razón. Pero no la tienen si
se refieren a su posición en el arco parlamentario.
Tengamos en cuenta que, a diferencia de lo sucedido bajo Zapatero,
cuando PP y PSOE eran identificados como extremos por sus contrarios,
hoy esto ya no se puede decir del PSOE. Partido político el fundado
por el primer Pablo Iglesias que, por sorprendente que parezca, es
más "central" de lo que lo ha sido nunca antes en toda su Historia, aunque
pagando un amargo precio a cambio (ya no es por sí mismo alternativa
de Gobierno, sino solo "socio imprescindible" de todas las
partes implicadas en la contienda política). La existencia de
PODEMOS contribuye por sí misma a darle imagen de moderado, a pesar
de que en realidad el partido ha profundizado la deriva ideológica
comenzada en el periodo zapaterista, y por ende ya no se sabe si
profesa un credo "socialtontócrata" con ribetes "boludo-cheviques" o un
credo "boludo-chevique" con ciertos toques "socialtontócratas". Signos
de los tiempos. También hoy a C's se lo presenta ante la sociedad
como el nuevo partido "centrista", pese a que en materia
social habrían parecido peligrosos radicales paganos si se hubieran
presentado con su mismo programa en los años setenta u ochenta. Y el
propio PP tiene imagen de partido "conservador", pese a que en verdad
su programa no es menos "avanzado" en materia social de lo
que pudiera serlo el del PSOE de cara a las elecciones generales del
año 2000. Vamos, que si son "conservadores" eso se debera a su afán por conservar el peor y más ruín zapaterismo.
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